Querida Miss Esther.
Con esta carta queremos expresarte nuestro más sincero agradecimiento por todo el esfuerzo, dedicación y cariño que has dedicado a nuestra hija, no sé si vamos a tener palabras suficientes para agradecerte todo lo que has hecho por ella. Desde el primer momento, mostraste una sensibilidad y compromiso extraordinarios al adaptar su trabajo, brindarle el apoyo que necesita y, sobre todo, ayudarla a afrontar su dislexia con confianza y entusiasmo. Asegurado de que todos sus profesores la apoyaran, brindándole el entorno que necesitaba para que se sintiera segura. Gracias a tu dedicación, paciencia y esfuerzo, ella no solo ha podido avanzar en su aprendizaje, sino que también ha ganado seguridad en sí misma y ha aprendido a disfrutar del proceso. Saber que ha tenido en el aula a una profesora que la entiende, la motiva y cree en ella ha sido una tranquilidad invaluable para nosotros como padres. Hemos podido disfrutar verla ir a clase con ilusión y alegría pues tu humor, tu originalidad, tu vocación, tu paciencia y alegría, así como la forma en que tratas a tus niños, logras que se entusiasmen con sus aprendizajes, que disfruten de los trabajos. Es el mayor regalo que podríamos recibir como padres. Y sabemos que mucho de esto ha sido gracias a ti, a tu esfuerzo y a la forma especial en la que conectas con tus alumnos. Nos despedimos llenos de gratitud y con la certeza de que siempre recordaremos el impacto positivo que has tenido en la vida de nuestra hija. Ojalá más niños tengan la suerte de encontrarse con un profesor/a como tú en su camino. Gracias de corazón por todo lo que haces cada día.
Con mucho cariño